sábado, 10 de octubre de 2009

¿Escribir o no escribir?

¿Por qué escribo? Me he preguntado, y me han preguntado tantas veces eso... La verdad es que ni yo mismo sé. Tal vez sea un reflejo, un pinche y miserable reflejo, que no logro controlar desde que era púber. O quizás sea una tripa que me molesta desde los once años, y que aún no he podido operar. No aspiro al premio novel, ni me gustaría ganar concursos (mentira, todo el mundo quiere sus cinco minutos de fama) Me gustaría decir que escribo para afectar la conciencia mundial, y registrar cambios trascendentales en el devenir humano. O quizás, mejor aún, publicar un best seller en el extranjero, y no tener que seguir trabajando hasta jubilarme (si el seguro no quiebra antes) ¿Será que deseo escribir, para que me digan “ESCRITOR” y ser, o hacer algo diferente al resto? ¿Qué me consideren intelectual o erudito? ¿Que alguien me de una palmadita en la espalda y diga: Ya eres escritor? ¿O será porque mi ego se alimenta de nutrientes extraños, o más bien exóticos? Bueno, si alguna de esas cosas llegara a ocurrir: ¡Coño! por lo menos sería una causa.

Pero por el momento, sólo puedo decir que escribo porque me da la gana, y cuando me da la gana, y como me viene en ganas. Si mi falta de aspiraciones literarias ofende a alguien, de corazón (no PRDista) pido mil disculpas, no quise ser grosero. El asunto aquí es que, sin querer afectar a terceros, sólo estoy tratando de entender: ¿Por qué diablos no puedo dejar de hacerlo, dejar de escribir? Por ejemplo hoy, me dispuse a descansar, o ver televisión, o comer cosas y tirarme en un sillón a disfrutar del simple hecho de hacer nada. Cuando abro los ojos, estoy de nuevo frente a la computadora, tratando de entender, por qué no puedo dejar de hacer lo que siempre hago. ¿Será que escribo para convencerme de algo a mí mismo, o a quien se atreva leerme? ¿Será? Pues, si es por la lectura de otros…también me confieso egoísta. Siempre que no sean errores gramaticales, ortográficos, de estructura o verosimilitud, y toda la gama de errores que puedan darse en lo que uno exorciza al subconsciente. Pues…soy tremendamente egoísta, es decir, hasta cierto punto me vale ... (como al resto de los mortales, de este y los demás planetas)

Claro, así no se llega a ningún lado en la escritura, ni en la vida tampoco. ¿Y acaso llegamos a algún lugar en la vida, que finalmente no se traduzca en cenizas o tres metros bajo tierra y no sé cuántos miles de gusanos encima? ¡Mala actitud! ¡Cero aspiraciones! ¡Mediocre! Pues… sí, tal vez sea todo eso, literariamente hablando. Pero sigo sin entender por qué escribo. Los insultos no me dan razones, los comentarios a favor sólo me alimentan el ego, ¿Leer? menos, ¿Estudiar?… prefiero no hablar de eso (Es broma) Bueno, me imagino que he de terminar aquí, dado que mis argumentaciones se convierten en frustración, y cuando escribo, simplemente me pasa lo del Increíble Hombre Verde: “No soy yo, cuando escribo” (así como no era él, cuando se disgustaba) O tal vez por eso escribo, para dejar de ser yo mismo. En cualquier caso, esta vaina de escribir se siente TAN bien... ¿Será adictiva? Mejor que un porro, mejor que el alcohol, mejor que el sexo, mejor que… Bueno, ya basta. ¡Adiós!

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